queridos y queridas, esto de trabajar entre mandiles tiene un intríngulis que no veas.
obviamente a ti te la trae floja todo...vas, curras, sirves, recoges y te vas. no nos vayamos a poner estupendos.
pero claro, los jefes...ains, para los jefes el catering es su vida y, no sólo te dan una charla de media hora antes de cada evento (que tu piensas, a ver, que son canapés no neurocirugía vascular), sino que además te obligan a hacer un "training". la primera vez que oí la susodicha palabra no pude evitar que una imagen revolotease por mi mente...yo corriendo los 200 metros vallas bandeja de canapés en mano...la idea no me atraía mucho que digamos. cuando salí de mi pesadilla mental particular me enteré que en realidad consistía en enseñarnos cosillas de esto del catering: cómo poner la mesa, doblar la servilleta, servir el vino, limpiar las bandejas, etc.
ya sé que para ellos es mega importante si doblo la servilleta en "u", en "a" o en forma de oca...pero yo, señores, con todo mi respeto, me lo paso por el mismísimo arco del triunfo.
no por nada...
yo soy la primera que pone un ímpetu sobrehumano en exagerar mi sonrisa y ser tan educada que a veces vomito un poco del esfuerzo. pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra.
se dice que sólo utilizamos el 10 por ciento de nuestro cerebro...yo cuando trabajo de camarera no uso ni dos.
tal es la simplicidad del tema que te da por divagar sobre temas de lo más estrafalarios.
mismamente el otro día estuve trabajando en la torre de londres...escenario sin parangón donde los halla. monumental, magnífico, grandioso, mayúsculo.
y yo sola y marginada en el guardarropas.
es decir, vienen todos los invitados en pelotón, te dan sus enseres personales como si no hubiese un mañana, se van a cenar y tú te quedas mirando la pared tres horas.
claro, tanta meditación me da para repasar mentalmente "la guerra de las galaxias" partes uno, dos y mitad de la tres...pero en vez de eso y, obviamente influenciada por las armaduras y la mirada inquisitiva de Enrique VIII, yo me sentí Ana Bolena: encerrada y a punto de perder la almendra. literalmente.
a los dos días del incidente previamente citado, me encuentro sirviendo "fish and chips", mini burguers y salmón con rábano y remolacha (por citar unos pocos de canapés de nuestra amplia y surtida selección) en una especie de invernadero...al aire libre...de noche...finales de octubre...en londres...no sé si véis por dónde voy...vamos, que pasé más frío que dicaprio en "titanic".
el caso es que nos hacen la pertinente reunión antes del evento para explicarnos qué hacemos allí, de dónde venimos y a dónde vamos...pues resulta que era un memorial en honor de un chico de mi edad que se había suicidado hacía unos meses....yo sé que era en plan "celebration of life" y estas cosas, pero a mi me entró un mal rollo que no veas...ya tenía suficiente con el funeral del otro día.
total, que llegan los amigos y el evento da comienzo. dentro música....para mi perplejidad y asombro el dj rompe el hielo con el "bamboleo" de los gypsy kings...tal cual. casi se me caen las mini burguers y la mandíbula al suelo del shock cultural.
y los colegas comienzan a comer y a beber y a brindar y a medio bailar y a medio reir y a medio llorar y a medio beber más...y no pude evitarlo, no pude resistir la tentación de divagar, pensar y filosofar...porque es lo que tiene este trabajo, que puedes ejercitar tu cerebro cuanto te da la gana...total, si no lo usas...
pues eso, que no pude evitar dar rienda suelta a mi imaginación. bandeja en mano, no pude evitar ponerme triste por dentro mientras sonreía por fuera. no pude evitar inventarme su vida a la vez que doblaba servilletas. no pude evitar pensar en él mientras explicaba minuciosamente a un invitado los ingredientes del canapé. igual que a veces no pude evitar ofrecer comida a gente que lloraba.
yo sé que ellos quieren que aprenda a doblar la servilleta con forma de koala si hace falta...pero yo no puedo evitar rumiar por dentro absurdeces y locuras mientras pliego que te pliego con entrega y precisión.
es lo que tiene no tener que pensar...
que piensas.
