Monday 19 September 2011

boñigas elitistas

queridos y queridas, que una se halla en los bajos fondos de la pirámide hostelera, está más que claro.
sin embargo a veces y sin querer una se crece y se le olvida.
que no cunda el pánico, siempre habrá un samaritano caritativo que te lo recuerde...eso sí, quieras o no.
caso en cuestión.
el otro día estuvimos trabajando en la inauguración del westfield stratford, el centro comercial más grande de europa por lo visto. está al lado de la villa olímpica, así que supongo que si en el 2012 uno no pasa por allí es porque básicamente se ha perdido.
gente haciendo cola para entrar en las tiendas, más puntos de seguridad que el aeropuerto jfk, actuación de una pussycat doll, invitados vip, vistas de lujo desde la terraza, canapés hasta regurgitar.
una mole de cemento y cristal hecha de dinero para crear más dinero aún.
pompa, adorno y perifollo para las masas.
pues bien, cuando el evento está llegando a su fin y con la vejiga a punto de eclosionar, a una se lo ocurre ir al baño.
hay dos opciones.
una es ir al que está entre bambalinas y que ha sido utilizado por todos los obreros que han participado en tan portentosa creación. obreros de 1'99 de altura y 150 kilos de peso que, a su vez, se alimentan a base de "english breakfast". a saber, café con huevos fritos, bacon, salchichas, judías blancas, tomates y tostadas.
no pretendo ser escatológica, pero todos sabemos que de esos cuerpos no salen arco iris y unicornios precisamente.
total, que la otra opción es ir al baño de invitados. ese que acaban de estrenar todos los culos vip de la fiesta. y como mi culo también es vip, pues allá que me dirijo.
en la puerta plantado cuan ficus un hindú con camisa almidonada cartón piedra y guantes de látex (?). yo le saludo, él me saluda y además me informa que he de utilizar los baños de la izquierda.
¿estarán sacando brillo a los de la derecha?
pues no.
al entrar, la tía pau, perpleja hasta sufrir una parálisis facial, parece haber sido transportada en el tiempo y en el espacio al estados unidos de los años 60.
ante mi una isleta. isleta con lavabos, jabones y espejos a ambos lados. a un lado de la isleta, baños. al otro lado, más baños. a la izquierda, las camareras entran y salen de los baños, se lavan y secan las manos, se ajustan los delantales. a la derecha y bien separaditas de la plebe, las invitadas cuchichean, se pintan, acicalan y entran a sus respectivos cubículos.
parece ser que el hombre blanco rico piensa que soy digna de servirle comida pero no de aposentar mi trasero en el mismo retrete que él. por lo visto el hombre blanco rico pone al hindú en la puerta para que le haga el trabajo sucio. por lo visto el hombre blanco rico opina que mi boñiga no es lo suficientemente elitista para juntarse con las demás boñigas vip. me da a mi que el hombre blanco rico piensa que como no he visto un baño tan lujoso en mi vida, me pondré nerviosa y puede que, o no atine o me miccione encima de la emoción.
por un momento, por un instante..no pude ver más que esto:

a mi lado, mi amiga andrea - sorprendida, incrédula y confusa - me saca de mi estupor ante tan esperpéntica situación y pregunta, "qué hacemos?".
yo sorprendida ya no estoy, ni incrédula, ni siquiera confusa...lo que estoy es que bufo.

"hombre, está claro, no?" comento sonriendo de medio lado, "ir a la derecha".






Thursday 8 September 2011

rapunzel y los veranos azules

queridos y queridas, hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, una servidora dividía su verano entre marbella y la manga.
de padres divorciados casi antes de nacer, las vacaciones creaban escisión, la escisión división y la división una bipolaridad de cojones.
no nos engañemos, el club de padres divorciados es de lo más sectario y selecto. si no se ha vivido en propias carnes es difícil de entender.
a veces es incluso imposible de creer.
marbella era mi madre, paseos por puerto banús, pescaíto frito, mundial con el abuelo, san agapito encuéntrame un sitito, la vecina mari, jazmines y dama de noche, bandanas, alpargatas y helados de turrón.
la manga fue mi padre, el edificio zeus, la pista verde, las croquetas de la abuela, los hermanos, vestidos nido de abeja, bailarinas, vacaciones santillana de matemáticas, cine de verano, pipas y el pang.
dos mundos separados por el todo y la nada.
y unidos por un elemento en común...mi pelo.
mi madre se pasaba el invierno dejándome una melena digna de "las trillizas de oro". a mi padre sin embargo le daban infartos cerebrales cuando llegaba el verano y tenía que enfrentarse a tal selvática liana. incapaz de peinar una barbie, mucho menos a la rapunzel de su hija, me lo trasquilaba como una oveja y mi tía áfrica o pili me hacían coletas lifting (de esas que una no puede ni parpadear). al volver de la manga mi madre, indignada, se pasaba el invierno dejándome crecer el pelo hasta el verano (de nuevo)...círculo vicioso creo lo llaman.
curiosamente uno puede saber en una foto si estoy con mi madre o mi padre sólo por la longitud del cabello.
yo era mis mundos y mis mundos eran yo.

un día en la manga hubo incomunicación y malentendidos a cascoporro.
marché para no volver.
esto fue hace 15 años...

pero hace poco tu hermana sandra dice que ella va a la manga, que podrías ir. tu hermana julia comenta que si vas, ella también. y por lo visto esa semana puede que también esté tu hermano borja...
parece ser que se acabaron las excusas, es hora de volver al pasado.
estás del nervio. atacaíta perdía. emocionada. histérica. ansiosa.
a medida que una se acerca con el coche, los recuerdos no paran de venir. imágenes, olores, sonidos...como si no hubiese pasado el tiempo. como si la única que se hubiese hecho mayor fueses tú. tú lloras, ella llora, ellos lloran...él llora.
todo sigue igual...abuelos, casa, playa, comida, sol, cine de verano, continental tras la siesta, literas...todo.
bueno, todo todo no. obnubilada por la sobredosis sentimental, no vi lo más evidente.
en primera línea de playa y mirándome fijamente a los ojos. desafiante...allí estaban ellos...
mi pandilla.
pero mi pandilla ya no es mi pandilla. mi pandilla ya no está enemistada con el edificio vecino, las sirenas. mi pandilla no hace guerras de globos de agua. mi pandilla no se llama por el telefonillo. mi pandilla no cuchichea que pepita se ha dejado meter mano por menganito. mi pandilla no tiene doce años.
no.
mi pandilla se desparrama por la playa ante mi como si de un virus se tratara. y yo, con los ojos fuera de las órbitas, observo cómo todos y cada uno de ellos son respetados padres y esposos.
mi pandilla lleva alianzas y anillos de compromiso. mi pandilla no para de embadurnar a sus hijos con cremita protectora "pantalla total". mi pandilla conduce coches familiares. mi pandilla sólo sale con otros matrimonios. mi pandilla y su prole es omnipresente. aparece siempre y cada vez que se abre la puerta del ascensor. subas o bajes y en cualquiera de los pisos. ahí están ellos, con bicis y carritos y cubos y palas y más y más niños, orondos, delgados, morenos, rubísimos, monísimos y horrendos que no dejan de llorar, de moquear, de patalear, de preguntar.
da igual la hora, da igual el piso...siempre hay uno.
y tú...
bueno, tú no. tú eres el fantasma del pasado. la desconocida. la soltera. la que vive en londres. la que no tiene término medio. o sale con los "mayores" o con su hermana de veinte años y su pandilla. ahí es ná. la nueva pandilla se avisa por blackberry. la nueva pandilla no cuchichea de, cuchichea con. la nueva pandilla habla de la universidad. la nueva pandilla acoge a la tía pau como una más. la nueva pandilla pregunta la edad de la tía pau. la tía pau cambia de tema. la nueva pandilla no para. la nueva pandilla me cae bien...

a la tía pau le resulta la mar de curioso preferir una panda de veinteañeros a su supuesta pandilla. a la tía pau se le hizo todo demasiado corto. la tía pau tiene mucha suerte de tener la familia que tiene. la tía pau está en paz. la tía pau volverá el verano que viene...

la tía pau elige el largo de su pelo...

Thursday 1 September 2011

la tía pau recomienda...súper 8


queridos y queridas, me da rabia la expresión "cualquier tiempo pasado fue mejor".
no sé si es por la improbabilidad implícita que conlleva dicha frase de poder ir a mejor o porque, (horror de los horrores) puede que sea cierta.
ojo, maticemos.
toda persona que haya vivido los 80 recordará que no todo era la bola de cristal, el walkman y la movida madrileña.
admitamos que a veces la moda no ayuda a que miremos atrás con facilidad. sí, rememorar con nostalgia el pasado es la mar de bonito, pero parece que olvidamos con excesiva facilidad las hombreras, los cardados, las mallas, el rey del pollo frito, los pantalones bombacho y los cinturones "pepe jeans" abrochados a la altura del sobaco.

hace un par de años mi hermana julia, doce años menor que yo (generation gap in the power), no cabía en sí de gozo cuando le regalaron unas wayfarer. también recuerdo su perplejidad al comentarle que a mi esas gafas ni fu ni fa. qué decir que casi me perforó el tímpano del grito. le intenté explicar que no es que me horrorizaran, que cuando se pone de moda algo que tú ya te has puesto hace tanto tiempo, pierde un poco la gracia. las tienes más vistas que el tebeo. para ella es algo cool y moderno, para ti es una reliquia del ayer. no forman parte de tu hoy sino de tu pasado y tus recuerdos...y ahí están estupendamente.
pasado un tiempo y mientras veía unas fotos de mi hermana me di cuenta que, no sólo no se quitaba las wayfarer ni para cagar, sino que le quedaban hasta bien. supongo que el conjunto de las gafas con los skinny jeans y los botines con tachuelas tenían su puntillo. el pastiche funcionaba. las gafas no eran las que recordaba...eran otras...pero las mismas.
la esencia estaba ahí pero no...
algo parecido me pasa con súper 8.
primero admitamos que a una es mejor le dejen en paz e.t. o encuentros en la 3a fase...y los goonies...no me toques los goonies que me tienen que poner la antitetánica. porque intentar hacer algo lo más mínimamente parecido sería similar a una herejía. los clásicos de la infancia son intocables, sagrados. si alguien los toca es como si jugasen con sus recuerdos, con su pasado. ese pasado encerrado en una urna de cristal. ese que siempre será mejor. ese que es imposible superar.
superar, difícil. pero rememorar...por qué no.
súper 8 puede gustar u horrorizar por la misma razón. porque recuerda a esas películas que forman parte de lo personal. pero no es ellas, es otra.
no hay que darle más vueltas.
si uno es listo la verá como lo que es, puro entretenimiento. y porque quieres pasar un buen rato. y porque por fin ves a chavales que saben actuar juntos de nuevo (fan total de elle fanning y joel courtney). que sí, que es un pastiche à la films de spielberg y yo qué sé que más...pero es un pastiche agradable. de esos pastiches en los que me importa un pepino lo que pase. me da igual el misterio, mucho menos premisa, nudo y desenlace. los que me importan son los personajes, esa sonrisa que me sale cada vez que aparecen en pantalla y mi incapacidad de quitarles la mirada.
cine dentro de cine. la pérdida de la inocencia. la amistad. el primer amor. volver...

supongo que súper 8 es mi par de wayfarer particulares...esas que cuando te las vas a probar refunfuñas "otra vez?", y una vez puestas no puedes evitar pensar "otra vez!"