Friday 3 May 2019

maina poppins y el cometa


queridos y queridas, no me puedo creer que aún no os haya hablado de "el cometa".
y no me refiero al cuerpo celeste del sistema solar de pequeñas dimensiones que, cuando se acerca al sol, deja tras de sí una estela luminosa de miles de kilómetros.
(aunque metafóricamente pueda serlo, claro)
no.
en realidad me refiero a mi sobrina y ahijada, martina.
¿cometa? ¿cuerpo celeste? ¿mande?, os preguntaréis sabiamente.
cositas del padre, mi cuñado. empezó llamándola "el cometa croqueta" pero acortamos a "cometa" y con "cometa" se ha quedado. a la nueva adquisición, o sea jorge, le llama "el cohete paquete" o "el estufas" con tan sólo dos meses que tiene la criatura. así que ya veremos en qué se queda este y cómo afrontará nuestro cometa el aprendizaje del masculino y femenino en los artículos determinantes en el futuro. se avecinan curvas.
total, que a veces me lío más que un pulpo en un garaje.
hace unas semanas fui a madrid a ver al cometa. su madre - mi hermana alex - me había sorprendido gratamente con un "¿qué te parece quedarte sola con el cometa dos días y una noche que curro en burgos y me voy con el estufas y el padre de las criaturas?" 
¿que qué me parece?
¿que cuándo dices que os vais?
pero además sola, sola. mi padre, pili y mi hermana julia en zurich de canguros de mis tres sobrinos suizos porque mi hermano borja y su señora andan de viaje en nueva york.
qué frase más larga, chacho.
¿cómo puedo contar estas cosas que me pasan de manera sencilla y lineal con esta familia que tengo?, vamos, pregunto.
sigamos.
vista mi misión, me propongo ser, no solo la mejor tía y la más maravillosa madrina (o maina, que es como me llama ella), sino que me visualizo cuan mary poppins íbera cantando el "supercalifragilisticoespialidoso" con el cometa de la mano (un tanto irreal porque no tiene ni dos años y a la pregunta "de qué color es esto?" ella contesta a todo "asul" sea un plátano o un árbol).
asi que allá que va vuestra maina poppins particular, con su bolso metafórico lleno de misterios y sorpresas, preparada para pasar dos días mágicos llenos de jarabes que saben a arco iris, pingüinos que bailan claqué, y caballitos de noria que cobran vida. yupiiiiiiiiiiiiiiiii
¿antoñita la fantástica, yo?
recojo el cometa de la guardería un poquito antes de tiempo porque voy a implosionar de las ganas que tengo de empezar nuestro finde superdubiguaydelparaguay particular. parece que a ella le pasa lo mismo porque corre hacia mi que parece que le siguen velocirraptores, casi se deja los piños de leche en el escalón.
cuan dorothy y totó brincando de alegría por el camino de baldosas amarillas, nos dirigimos al parque para que el cometa se embadurne como una croqueta y gaste pilas. nada más llegar, los niños y sendos padres exclaman casi al unísono, "¡hola, martina!". el cometa saluda a diestro y siniestro que parece la reina de inglaterra. yo, detrás. parece ser que de tanto creerme mary poppins me he convertido mágicamente en una nani.
el cometa es más croqueta que nunca. sube, baja, corre, salta, se columpia y reboza de arena hasta el último pelo de la coleta.  está en su salsa. controla más ese parque que un concursante el circuito de ninja warrior. y todo acompañado de continuos "maína" por aquí y "maína" por allá (un momento por favor, que me  pongo el babero, gracias).
así que, cuando el cometa ha dado más vueltas que una peonza, nos despedimos de sus fans y comenzamos la retirada a casa. no sólo porque empieza a hacer un poco de frescurri, sino porque el cometa tiene una rutina más estricta que un gremlin. a saber, en el parque hasta las 6.30 más o menos, sobre las 7.30 baño si toca, 8.15 puré, 8.25 biberón, 8.30 en el sobre con chupete, tela y boca a bajo con el culo en pompa.
cualquiera se lo salta.
camino a casa, nos sentamos en cada banco por el que pasamos, cogemos piedras, las tiramos, cogemos flores, las deshojamos, y gritamos "coche" o "moto" cada vez que pasa un coche o una moto. además la maína anima el trayecto describiendo todo lo que vamos a hacer cuando lleguemos a casa para así mentalizarla: que si el baño, que si el cuento del epante (elefante), que si luego ñamñam (la cena).
total, que para cuando llegamos al ascensor de casa la tengo más motivada que carolina marín.
está a tope.
mientras cantamos "drilo, drilo, el cocodrilo", maína poppins abre la puerta del ascensor con el pie izquierdo, coge el carrito con la mano derecha, y lleva la mochila del cometa y las llaves de casa con la mano izquierda. un twister muy gracioso en el que solo compito yo. con tanto trajín pasa lo que tiene que pasar, las llaves se me escurren de la mano y, como a cámara lenta, sigo la trayectoria. una milésima de segundo antes de que ocurra, me doy cuenta que se van a colar por el hueco de un centímetro de grosor del ascensor.
caen las llaves, y con ellas mi respiración.
el cometa, totalmente ajena al drama y feliz pensando en baños, epantes y ñamñams, se me cuela en medio del twister y comienza, sonriente, a darle al timbre de su casa como tiene por costumbre.
por un momento rezo porque alguien abra la puerta, a pesar de que esto supondría una sola cosa, nos están robando.
tengo que reaccionar rápido, el gremlin puede asomar en cualquier momento.
para empezar llamo a mi hermana para ver si tiene otra copia de llaves. ella se piensa que estoy de coña.
efectivamente, me has dejado a tu hija a solas con toda la responsabilidad que ello conlleva y yo me aburro y te llamo haciendo una bromita...pacienciaseñorsanto...
sí, la chica de la limpieza tiene una copia y, por suerte, está en otra casa a unos 5 minutos en coche.
cometa! que nos vamos de excursión! drilo, drilo, el cocodrilo...
el cometa, muy, pero que muy, muy confundida, se monta de nuevo en el ascensor.
el carrito, la mochila, la niña confusa y yo llegamos por fin al coche que, obviamente, no está frente a la puerta de casa sino a dos manzanas.
ahora, por partes.
primero, el cometa a la silla del coche. seguimos cantando drilo, drilo, el cocodrilooooo.
segundo, doblar el carrito y meterlo en el maletero. presiono, pues no. giro, tampoco. retuerzo y toco cada pestaña posible para que se cierre. no hay manera. el cometa me mira con curiosidad, como pensando, "mamá lo hace sin sudar tanto". tras cinco minutos de auténtico calvario, la desesperación me lleva a intentar meter el carrito sin doblar directamente en el coche. el sentido común y, sobre todo la física, me demuestran que es imposible. persisto de nuevo con las múltiples pestañas. a estas alturas me sudan ya hasta las cuencas de los ojos. por fin, tras diez minutos de lucha encarnizada con ese aparato creado por el mismísimo satanás, presiono algo con la mano y le doy a no sé qué con el pie que hace que se doble todo como una empanadilla.
no he sido tan feliz ni cuando acabé la carrera de filología.
y mientras, la madre de la criatura quiere, como es lógico, que le vaya dando partes.
llegamos a la otra casa. cojo al cometa como si fuera un saco de patatas a recoger las llaves. no hay tiempo para florituras. nos las dan. de vuelta al coche. el cometa a la sillita. y de nuevo camino a casa. aparcar. abrir el carrito que, no es de lejos tan complicado como cerrarlo pero yo ya estoy que deliro y me cuesta un par de pares de intentos. coge la mochila. coge la niña.
- ¿nos sentamos en el carrito, cometa?
- no, añando.
cómo no, andemos pues, que casi no es de noche.
menos mal que entre todo este percal el cometa, como percatándose que no era momento de sacar el gremlin de paseo, o entretenida por los suspiros, trabajos gimnásticos y muecas variopintas de la maína, la tía estuvo en todo momento que parecía un mimo.
al día siguiente, y tras un sueño reparador, maína poppins se levantó con más energía y ganas que nunca. tras la accidentada jornada anterior no iba a reparar ni en aventuras, ni en diversión.
y que a estas alturas aún no haya aprendido la lección...
pero no nos adelantemos a los acontecimientos.
es sábado y el cometa y yo salimos dispuestas a quemar madrid.
llevo la bolsa de la niña que parezco dora la exploradora, de todo para que el cometa vaya a todo lujo. el carrito  parece un coche de los que van a melilla, hasta los topes. que si los pañales, las toallitas, el chupete, la tela, el agua, la comida, la merienda y, por supuesto, los "por si acasos": un libro "por si acaso", un par de juguetes "por si acaso", una bufanda "por si acaso", un body "por si acaso"...os hacéis una idea.
maína poppins iba preparada para la batalla.
vamos a la fundación telefónica en gran vía donde hay una instalación de luz y sonido que seguro le va a molar al cometa. al entrar en la sala desconfío, está todo súper oscuro y conociéndome pierdo a mi ahijada en el minuto 2. pero una vez nos acostumbramos al nuevo espacio nos ponemos a investigar. unas paredes proyectan el mar con olas gigantes y otras unas mariposas que al tocarlas van cayendo al suelo. tras un buen rato aporreando lepidópteros a cascoporro llega la hora de comer. como el sitio es amplio y muy "kid friendly" (denominación de origen para aquellos lugares en los que traer a niños es bien), decido que nos quedamos ahí con siesta incluida. la del cometa claro. bueno, admito estuve a punto de caer en un puff muy cómodo, sí. total, que siguiendo su estricto horario, el gremlin se soba en el carrito.
cuando despierta nos preparamos para la segunda parte del día, ir a casa de mi amiga marina y ver a su señor esposo, ignacio, y sus dos churumbeles, malena (6) y daniel (8), que tienen más juguetes que el hamleys de londres y adoran al cometa. pero antes, cambiemos pañal. otra de las razones por las que me quedé en la fundación telefónica es que tenía cambiadores para niños, elemento esencial que a los que no tenemos hijos nos la trae bastante al pairo hasta que te pasas el día con un bebé adherido a la cintura. así que vamos al baño, subo el cometa al cambiador, quito pañal y - wtf maricarmen- tiene el pompis rojo como la bandera del japón.
no por favor.
pues sí. la pobre llora y patalea y no deja de repetir no, pero es que tienes que limpiarla, no hay otra. maína poppins saca la munición pesada: el repertorio clásico de canciones populares volúmenes 1 y 2. que si "old mcdonald had a farm", que si "susanita tiene un ratón", que si "había una vez un circo". los de fuera tienen que flipar. en mi vida he cantado tantos hits seguidos. como tampoco había cambiado un pañal más rápido.
salimos del baño. el cometa parece calmarse pero me observa de reojo. hay que salir de ahí, ir a casa de marina y de camino parar en una farmacia a por crema. intento sentar al cometa en el carrito. asoma el gremlin. lo intento de nuevo. el gremlin vuelve a aparecer. como el día anterior formulo la pregunta a pesar de saber la respuesta de antemano:
- nos sentamos en el carrito, cometa?
- no, añando.
cómo le explico yo a una niña de casi dos años a la que le escuece el culo que de gran vía a conde duque hay un cacho?
no lo haces.
lo que sí haces es coger el carrito con la mano derecha, al cometa con la izquierda y ponerte a andar la calle fuencarral. 
en algún momento se cansará, esta claro, ¿no?
os adelanto la respuesta: no.
el cometa, feliz al no tener que aposentar su hastiado traserillo en la mclaren, observa viandantes, grita "moto" cuando pasa una (constantemente, obvio), y se para con cada piedrita que le llama la atención (o sea, todas). 
el trayecto, de unos 30 minutos para un adulto, se prolongó a hora y cuarenta minutos con niña andadora de la mano. comprobado por una servidora. incluyendo claro, párate en la farmacia, compra la cremita para el pompis, te paras en el vips porque seguro habrá cambiador, efectivamente lo hay, cara de estupefacción cuando el cometa percibe la traición, quitas pañal, llantos, tarareas, limpias, más llantos, cantas, pones crema, muchos más llantos y....do de pecho.
al salir, una madre con dos niños nos observan ojipláticos.
por si se me aparece la virgen, repito sin mucho entusiasmo:
- nos sentamos en el carrito, cometa?
- no, añando.
poh ná. sigamos con el camino del rocío.
por fin en casa de marina e ignacio el cometa, cuan reina de saba, es agasajada por daniel y malena con todo tipo de juguetes imaginables: cuentos, imanes a go gó, señores potato gigantes, y pinturas de todas las marcas y estilos. he de confesar que por un momento tuve miedo  de que el cometa implosionase ante semejante barbaridad de sobrestimulación. pero no, la tía supo adecuarse perfectamente al medio y olvidarse de su dolorido pompis por un buen rato.
menos mal, pobrina mía.

tras estas dos jornadas llenas de aventuras y sorpresas, al día siguiente el cometa y su maína estábamos que parecíamos volver de las trincheras. agotadas sí, pero unidas por un vínculo más fuerte. es lo que tienen las batallas. sólo nosotras sabemos exactamente por lo que pasamos.
ya con su madre, vamos al parque para que juegue al salir del cole. yo, que no estoy acostumbrada a estas jaranas infantiles he quedado para el arrastre: sin maquillaje, con una coleta de aquella manera, no sé ni cómo voy vestida, y con una calentura en el labio del tamaño de un champiñón (intuyo que del estrés que me causo cerrar ese maldito carro). estoy para que me pasen por una trituradora y me reciclen. por esta razón (y porque tengo una imaginación bastante activa), es fácil entender mi perspectiva ante lo acontecido a continuación.
a la par que charlo con mi hermana alex y columpio al cometa, aparece mi hermana julia.
ella, en la lejanía, cuan ninfa de los bosques y a cámara lenta, se acerca hacia nosotras que parece que levitara. ella, fresca como un cogollo de lechuga, se retira su larga y ondulada melena pelirroja, nos saluda mientras se acerca y nos sonríe con una perfecta sonrisa profident. además, hay que admitir que la niña va monísima vestida. con su bolso longchamp, su abrigo de corte militar hasta los tobillos y sus botines negros con hebillas. la tía parece que viene de un congreso de influencers.
nos saludamos todas y, en el momento en el que voy a seguir columpiando al cometa, ella me mira y  suelta: "no, julia". yo me hago la sorda y sigo columpiándola. pero ella no es tonta y sí cabezota un rato. "maína no, julia".
silencio.
me alejo muy lentamente del columpio con una de esas sonrisas de "no, no, si estoy super bien, no me ha dolido nada, que va. no os preocupéis, por favor. uis mira, un trocito de mi corazón pasando por delante del tobogán."
y aquí me acordé de las madres. de todas.
de lo grandes que sois. todos los días a pie de cañón. con esa capacidad sobrehumana del multitasking. en las buenas, en las malas. y sin esperar nada a cambio.
y a propósito de las madres...me adelanto a felicitaros por el día 5 de mayo porque, a mis ojos, sois  verdaderas heroínas con poderes sobrehumanos.

¿y yo? a mi me sobra y me basta ser tu maína poppins que, visto el percal y teniendo en cuenta que a mi me pasa todo lo habido y por haber, no creo vaya a ser poco.
además, aprovecho tu introducción, ese personajillo tan especial que es el maravilloso e inconmensurable cometa, para felicitarte porque hoy cumples dos años!

ahora mismo no te enteras, claro, pero para cuando lo puedas leer quiero darte las gracias por elegirnos en tu vida. y a tu madre por escogerme para ser tu maína. 

aquí estaré para todos tus "maínas", "noes", "síes" y "añandos" futuros.
te quiero.