queridos y queridas, me siento alicia. no lo puedo evitar. yo quiero seguir tomando te con el sombrerero loco eternamente. pero no puedo. no me dejan...
estas ultimas semanas he sido mas alicia que nunca. porque yo, que no quiero ser mayor, que no quiero ser adulta ni responsable, me han sacado a torta limpia de mi universo paralelo y no me ha quedado mas remedio que crecer.
tu no quieres, pero no te queda otra.
me explico.
por fin me he mudado de casa. y digo por fin porque la mudanza ha sido mas larga que la trilogia de "el señor de los anillos" (version extendida dvd, no digo mas). metida, ademas, en un "vuelva usted mañana" del que larra quedaria mas que perplejo y que aun continua a dia de hoy. y mientras tanto trabaja (con lo que nos gusta trabajar con delantal!) y entre medias hazte cargo de las facturas, busca curro en peliculas y manten la compostura para no mandar todo y todos a tomar por el mismisimo ojete. que suena el despertador y a veces te dices "pues hoy no, hoy no estoy, no existo y no me levanto. cerrado por vacaciones".
muy dificil. dificil, complicado y estresante. y frunces el ceño, todo el dia y a todas horas que te van a salir unas arrugas que no te las quita nadie.
pero es lo que tienes que hacer, insisto. no queda otra.
y ni tiempo para el sombrerero, ni para el te, ni na de na. que te sacan de la madriguera cojida de los pelos...y te entra una mala leche...
eres una bomba a punto de explotar. o implosionar, segun como se mire. porque eres capaz de ponerte a llorar y al segundo echarte a reir...o llorar y reir a la vez, no es tonteria.
y no contenta con todo, y porque el universo es jocoso hasta decir basta tu, como si no tuvieses ya suficiente drama en tu vida para escribir tres culebrones y medio, te automutilas.
como lo cuento.
porque estas en el curro y desmontando el ropero le das con tal energia (y tanta! si estas de los nervios!) a la barra metalica que se te dispara, hace efecto bumerang y te da de bruces en toda la tocha. por supuesto en tu lado malo. y acabas la jornada laboral con hielo para que se te baje el pimiento rojo en el que se ha transformado la napia. y al dia siguiente, te crees mcgyver y te pones con clavos y destornilladores y (ojo, sin querer) te clavas el ya citado destornillador en la mano, provocando un boquete de dimensiones craterianas que ni sangra porque le has dado un susto de muerte a tus propias plaquetas.
de psiquiatrico...
bipolar, tripolar y cuadruplepolar...
asi que cuando llega el final de la semana, ya no eres alicia. mas bien el sombrerero loco o, en su defecto, el conejo blanco...de ojos rosados, alterado, descompuesto y sin dejar de repetirte una y otra vez "dios mio! dios mio! que tarde voy a llegar!"
Lindo, lindo, parpadea. Estrellitas en el cielo. Y allá arriba están volando, con alitas de murciélago.
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