Tuesday 9 August 2011

my big fat gipsy wedding

queridos y queridas, siguiendo con nuestro tour nupcial veraniego, la última boda fue de esas que me gustan a mi...gitana.
en todos los sentidos.
3 días de excesos: comiendo, bebiendo y bailando hasta reventar.
un menú que casi me echo a llorar...tapas de gazpacho, chistorras, bacalao, croquetas. acompañando rioja, tempranillo, manzanilla y albariño. la novia americana rubia rubísima y el novio español (eso sí, soso, soso, soso "alcaparra style"). banda de soul en directo. una mansión a orillas del mar. los veleros de fondo. discurso largo no, eterno del padre de la novia. mini arcada de lo cursi que se está volviendo todo esto. el padre llora, la niña llora, los comensales lloran, el hermano de la novia llora que se le va a desintegrar la cara (mi amiga andrea y yo, aburridas al borde del suicidio de lo largo que es el discurso, nos montamos una película con títulos de crédito incluidos y pensamos que el hermano es gay y que la hermana es la que le ha ayudado a salir del armario y ahora están que se mueren de la pena porque ella se marcha del hogar familiar al conyugal y él se queda allí muerto del asco con unos padres que no aceptan su sexualidad...la otra opción es que tiene una enfermedad terminal, pero a mi esta opción me parece más de película de las tres de la tarde y un poco dramática para una boda).
el novio...el novio no llora que ya comenté que era un soso...y encima soso con cara ficus. un horror.
una servidora también lloró sí...pero no de felicidad, sino del dolor más horrendo y sobrehumano.
porque una está sirviendo los cafés y bebercios varios al final de la cena cuando uno de los comensales, expresivo y dando aspavientos "spanish style" golpea la bandeja con la mano cuando le voy a servir el té. el té se me derrama en pleno tetamen. y yo, con las pechugas a las finas hierbas, fuerzo una sonrisa que se me va romper la mandíbula. y él que si "sorry, are you ok?". y yo que "yes, yes, of cooooooourse no worries". a lo que un camarero me coge la bandeja y me dice que me vaya que él se encarga. yo salgo de ahí pausadamente (que no cunda el pánico) y sonriendo. me faltó saludar con la mano como si fuera de la realeza.
las berzas no es que me duelan no, es que creo que estoy a punto de derretirme como si fuera la bruja del oeste del mago de oz...no puedo manchar la alfombra de verde que es carísima. se me está yendo la almendra. estaré delirando del dolor? acelero el pasito levemente a lo paquillo fernández intentando eso sí, no perder la compostura ni el estilo. incluso me atrevo con un adelantamiento por la izquierda a una de las damas de honor. me la estoy jugando...
llegando a la cocina adiós muy buenas compostura y hasta siempre vergüenza. ante la atónita mirada de compañeros, jefes y chefs, entro por la puerta como si estuviese en un tablao flamenco: gritando cuan "niña de los peines" cante jondo en su máximo esplendor, a saltitos que ni "farruquito", soplándome las tetas como si no hubiera un mañana, dando toques y palmas a lo "sara baras" y cogiéndome el delantal como si de un traje de faralaes se tratase en plena feria de málaga.
ea, un cuadro. "a painting" que dicen los ingleses...
o en su defecto flamenco puro...
ya advertía yo que fue una boda de lo más gitana...pero vaya, literal.





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