Sunday 5 July 2020

la procesión de la virgen del papel de plata



queridas y queridos, por qué, oh dios misericordioso, insisto por qué una tiene que pasar por la mugre para llegar a ver la luz.
me explico.
un día de estos cualquiera mi madre anuncia que va a ir a SU peluquería. SU peluquería es ideal de la muerte y solo apta para diosas con tarjetas de crédito que se hacen mechas. Yo, que estoy más pobre que una rata, he quedado relegada hace tiempo a los lunes a miercoles de oferta del lavar y cortar del marco aldany. las mechas ni olerlas.
por eso, cuando mi madre me dice, "te vienes?" creo que he muerto y he ido al cielo. yo? a SU peluquería? pero que he hecho yo para merecer esto? no lo sé ni me importa pero tiento mi suerte y replico con un "pero con mechas no?" que está entre la afirmación y la pregunta. mi madre pone cara de estar oliendo un calcetin sucio. y no porque la mujer no sea generosa, que lo es, pero es que tiene una obsesion con mi pelo y las mechas que no es ni medio normal. recordemos que acabo de cumplir 41 años, pero a ella como si tuviera 5. que si las mechas me van a dañar el pelo, que si los químicos...cuando ella se pone unas mechas rubias que hay entornar  los ojos nada mas puestas. ademas, que si me dices que nací con el pelo turquesa pues si oyes, no me toco ni un foliculo, pero que tengo el pelo rubio ceniza. Y no hay cosa mas aburrida y necesitada de color que el rubio ceniza, si es que su propio nombre lo indica. cualquier cosa al que le pongas ceniza sabes que es un poco caca. pantalon ceniza. coche ceniza. casa ceniza. vamos que os haceis a la idea.
total que llego a SU peluqueria con un objetivo clarisimo, salir con el pelo sin ceniza y a ser posible una poquita de rubio.
es curioso porque cuando te vas a poner mechas que es la cosa mas divina de la muerte, tienes que ir con el pelo sucio. y cuanta mas mugre mejor. una contradicción. asi que me empiezan a empapelar de plata. pero tal cual. yo lo habia visto en las pelis pero vivirlo es otra cosa. no hay nada mas marujil que te empapelen el pelo de albal. echaba de menos el cigarro, el cafe y la vecina. y esa peluquera con esa paciencia que ni el santo job, pelo a pelo, pincelada a pincelada, dobla que te dobla. y quien sera la pobre que se encargue cada dia de arrancar todos los rectangulitos de papel albal de un uso?
y por ahi entraban todos los repartidores del mundo. que pensarían? y estas locas? con el papel de cocina en la cabeza? 
bueno como veis me dio para pensar mucho. claro no estaba acostumbrada, en el marco aldany no creo que me de tiempo ni a formular un solo pensamiento de lo rápido que van. total que me lavan la cabeza que casi me quedo dormida del gusto. creo que solte un poco de baba y todo. no estoy acostumbrada a estos lujos de verdad, que cateta me siento.
y luego llega mi pesadilla, el peinado. siempre, pero siempre, siempre, o me lo dejan que parece que me ha lamido una vaca o soy una coliflor. nunca soy un termino medio. total que como estoy tan a gusto me pongo honesta y se lo comento a la peluquera. la muchacha se parte. y me suelta "vale, entre vaca y coliflor" y yo asiento pero por dentro la reto a que me lo demuestre.
coge uno de esos cepillos circulares pequeños y me empieza a hacer unas ondas que ni las de rocío jurado (que en paz descanse). o sea que coliflor, me digo para mis a dentros. deje de mirar.
"ya esta", me dice.
me miro.
no me lo puedo creer. soy una persona. ni animal ni verdura, humana, y monisima por cierto.
fuera quedo la ceniza y dentro quedo el rubio. suave, sin ser estridente.
mis primeras mechas a los 41, y mi primer peinado en condiciones.
nunca es tarde si la dicha es buena.

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