Friday 17 July 2020

Veranos histéricos



queridas y queridos, qué ha quedado de esos veranos eternos, los cuales una luego relataba en una carta de 15 folios a su prima y se lo mandaba con aquel "corre corre cartero, y lleva esta carta a la prima que más quiero" escrito en el remitente. los que asentís sois verdaderos seres humanos. los que os reís no tenéis ni idea de ná.
antes había algo llamado "tiempo". el tiempo era relativo, lento, sabio, canalla. era poético. 
ahora es histérico.
vivimos en un mundo en el que nos enteramos de las vacaciones de todo hijo de vecino en el momento y lugar exactos en los que ocurren gracias a instagram o facebook. con un solo movimiento de mi dedo sé que estás en una barca en formentera mientras te tomas unas birras viendo la puesta del sol en el preciso instante en el que yo me rasco la nalga izquierda mientras veo el intermedio. 
milagros de la tecnología.
curioso, por otro lado. porque lo que veo en la pantalla (tú en formentera, no mi intermedio) no hace más que provocarme querer tener las vacaciones más espectaculares y requetesuperfláuticas del mundo. y eso en sí es un estrés más grande que ir al baño sin pestillo, agarramos la puerta como si no hubiese un mañana y a gastarnos dinero que puede que ni tengamos. y luego a postear, a postear como energúmenos en el instagram que parece que es de lo que se trata...
-"tu formentera no va a ser menos que mi calita perdida turqueta"
-" me río de tu calita perdida turqueta, no le llega a la suela de los zapatos a mi islas cíes.
-"pero tu agua está congelada"
-"es tonificante nena que no entiendes, y tu calita? que hay que gastarse un pastón para el barco?"
-"merece la pena"
-"claro cari que vas a decir"
-"oye la de formentera a chistar, que nadie te ha dado vela en este entierro. total es una playa y nada más"
-"¿nada más? tendrá valor. los arroces, el clima, la gente"
-"chica pareces un panfleto turístico. el arroz y la gente lo tenemos todas. el clima de las cíes pichis pichas"
-"pero por eso tengo temporada alta en verano, jo"
y sigamos hablando de histerismos.
una vez que decides en qué playa gastarás tus ahorros vas a ella. recordemos, sola, porque yo viajo sola.
esta circunstancia siempre conlleva unos pequeños contratiempos con los que una siempre aprende una barbaridad. por ejemplo, si quieres pasar un día pseudo agradable en la playa deberás ir cargada de bártulos hasta el cogote. cuando vas con gente, como es obvio, dichos bártulos, se reparten. aquí no. aquí eres tú y tú circunstancia. así que la mochila, la esterilla, la sombrilla, y la silla las llevas tú. a 29 grados a la sombra y habiendo aparcado lo más alejado que se puede aparcar. cuenca esta más cerca, y estás en una isla. 
cuando por fin llegas a tu sitio comienzas a montar el campamento. lo primero y más importante es la sombrilla. su perfecto posicionamiento será esencial para el resto del día. una sombrilla mal puesta juega con la cabeza, y si hay un poco de viento te puedes llegar a pasar la jornada sujetándola, con los ovarios en la garganta, temiendo que salga volando y empales a alguien. es el peor de los terrores.
luego va la esterilla que siempre da por culo un poquito bastante. es un gran invento, pero que alguien me diga cómo ponerla a la primera porque a mi me saca de mis casillas. y por último la toalla que esa no atiende a razones ni a ná. va por libre. una se tiene que espatarrar perdiendo toda la decencia hasta alinearla con la ya dócil esterilla. y, por último, la silla. que los más jóvenes se echarán unas risas pero ya me dirán a mi cuando sean más mayores cómo le agradecen las lumbares una buena sillica del chino para la playa.
consejos de oro de la tia pau. el que avisa no es traidor.
total que ya estas peripuesta, preparada para disfrutar. y qué haces? disfrutar?
por supuesto que no.
tienes que hacer fotos para colgarlos al instagram. pero amiga estás sola. y estar sola también influye y mucho en las imágenes que decidimos colgar. a lo mejor no debería desvelar nuestros secretos pero bueno, es que es imposible que un desconocido nos haga una foto decente, está comprobado.
está el típico de los pies y el mar al fondo. un clásico de entre los clásicos. hay múltiples variantes de este. en vez de los pies pones un libro, o un helado, etc.
el mar solo. este no falla. otro clásico.
el selfie contrapicado. como desde abajo, mirando al infinito. este es el no va mas.
y no os digo más que me copiáis.
una vez hecha la foto y colgada en las redes sociales, viene otro momento histérico por excelencia.
la crema.
mira, no hay cosa que más odie en esta vida.
para empezar porque ya estoy llena de arena, así que poniéndome la crema me voy haciendo una masa de croqueta de lo más desagradable. y, segundo, y muchísimo más importante, nunca llevo crema puesta en la espalda. me siento desprotegida, sola, abandonada y sobretodo, veo mi futuro. el de un camarón. da igual cómo evite el sol, siempre, siempre, siempre acabaré como una langosta recién sacada de la olla.
pero no importa, disfrutemos del agua por favor. así que nos damos un chapuzoncito. ay qué gustito! y en ese preciso instante una ráfaga de viento hacen volar mi toalla, mi esterilla y, lo que es peor, mi sombrilla. ay, virgen de la macarena, que no mate a nadie por favor!! salgo del agua que me duelen los ojos de lo que estoy viendo, pero menos mal que la familia que estaba al lado consigue parar todos mis enseres. yo, histérica, claro. "están bien? ay dios mío disculpen que ya pensaba que empalaba a alguien (por alguna razón se rieron), es que estoy ahí sola y claro no me da tiempo, ni me puedo poner crema en la espalda (cállate pau), bueno que el caso que muy amables"
así que en plena solana doblé mi sombrilla, me torré al sol cuán crustáceo y, recordando que todo había empezado con un post en instagram me dije que verano más maravilloso, oyes.


2 comments:

Unknown said...

Qué bueno, Paula! Me encanta cómo escribes! Y me he reído mucho!

Un fuerte abrazo!

Anonymous said...

Jaja buenísimo! X