queridos y queridas, el otro día me dió un arrebato. me ocurre de vez en cuando. se me pasa algo por la cabeza y no puedo evitar vomitarlo en este blog. y claro, se me quedan por el camino miles de cosas por contar. mi día a día, no mis paranoias mentales y personales (pero que muy personales). a veces se me olvida que esto lo lee alguien. me enfrasco en la soledad del ático con el edredón hasta la nariz y me pongo a divagar...luego, claro, releo lo que he escrito y me pego unos sustos de lo sincera que me pongo cuando estoy inspirada...
total, a lo que voy. que como siempre me pierdo.
que he acabado el rodaje de la peli...yuhuuuuuuu. el último día parecía no acabar nunca, diosssanto. sólo rodamos hasta la hora de comer pero una ya iba arrastrando su cuerpo como si llevase un dromedario a los hombros. cuando por fin terminó la tortura china (ya sabéis que cuando digo tortura también incluimos el hecho de que no puedo vivir sin estos malditos rodajes...el látex y el látigo) el equipo se quería ir de cabeza a un pub, pero una ya está abuela y se fué directamente a casa. ya sé que algunos diréis "joé, pau, un poco de vidilla no?". ya, pero después de levantarte a las cinco de la mañana una no tiene el pototillo pa mucha feria y, además, que al día siguiente teníamos fiesta de fin de rodaje! bueno, no sé por qué estoy poniendo excusas si nadie me las está pidiendo...
así que me voy para casa que no me lo podía ni creer. qué gusto! qué alivio! llego, me pongo el pijama y me tumbo en la cama a leer. al rato oigo que llaman a la puerta...misterioso, porque en los tres meses que llevo en esta casa no me han llamado a la puerta ni una sola vez. estaré alucinando del cansancio que tengo encima. ni me muevo. llaman otra vez. coñe, esta vez lo he oído de verdad. así que me acerco a la puerta (que está en el suelo) y la abro...y quién está en las escaleras mirándome con una sonrisa de oreja a oreja? mi madre! no sé qué debió ver en mi cara, pero lo primero que dijo fue "sorpresa! por favor no me cierres la puerta en las narices...". no tengo palabras para describir la ilusión que me hizo verla después de nosécuántos meses, pero os juro que esa mujer va a acabar dándome un infarto de los sustos que me da!
así que he tenido a mi santa madre el fin de semana mimándome y dándome achuchones y cocinándome. sí, cómo lo oís. mi madre se ha cogido un avión para cocinarme lentejas y traerme ropa de invierno. soy humana y soy imperfecta. siempre he sido la mar de rebelde y de lo más independiente...yo me lo guiso, yo me lo como. no me gusta que me limpien ni me cocinen ni me digan qué tengo que hacer.
pero tras cinco meses de ser "independiente" casi aplaudo con las orejas degustando las lentejillas caseras y probándome la ropa que me había traído mi madre (gorritos y guantes y bufandas y pantalones damart...ay qué gusto que me da de sólo pensarlo! con el frío que ha pasado una!). estoy como nueva...con hierro en el cuerpo y los damart a lo john wayne puestos puedo enfrentarme al frío y oscuro invierno londinense con un poco de dignidad.
pd: miss you already, pitufilla!
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