queridos y queridas, después de descansar un poco parece que la mente se va despejando. la neurona que me queda se despereza y comienza a moverse un poco (no mucho no vaya a ser que le dé un pasmo). y te das cuenta de que hay historias que te has dejado en el tintero. anécdotas que no tienen precio. como los momentos mastercard...
y el momento más mastercard de todos es el de la iglesia.
puede que haya sido el peor día de rodaje para mi. pero mi cerebro, que a veces es muy listo, me dijo "mejor esta historia la guardamos para cuando hayas superado el trauma". porque el momento mastercard es a su vez un momento muy pero que muy traumático.
todo empezó el día de la boda. en una iglesia. todos vamos llegando más o menos a la hora prevista. y digo más o menos porque la iglesia estaba un par de metros a la derecha de dónde cristo perdió su sandalia (que metáfora más apropiada, queridos y queridas). nos damos los buenos días, tomamos nuestro café. "inyectado en vena, por favor". y nos vamos organizando.
llega una de las actrices que tiene que esperar un poco para entrar en maquillaje y se sienta en un banco.
llega un actor que tambien tiene que esperar...pero él no se sienta en el banco sino que se pone a hablar directamente con la actriz.
una servidora, que ya estaba sentada en el susodicho banco, charla con el segundo ayudante de dirección poniendo la oreja. hay algo que no va bien.
de repente notas que la conversación está subiendo de tono. todavía no te atreves a mirar. y escuchas algo así como "que te j****n, que te d*n por el c**o,que yo no tengo que darte explicaciones" y demás lindezas.
entonces, como de la nada, ella se levanta y los dos se ponen a insultarse a grito pelao ante la atónita mirada de TODO el equipo.
tú te quedas muerta. son como dos monstruos de dos cabezas cada uno. reaccionas "conchi! soy yo la que tengo que parar a los monstruos de dos cabezas".
así que te acercas a ellos en plan institutriz...a saber: pasos firmes, brazos en jarra y cara de pocos amigos. "parad".ni caso. "que paréis". nada.
"qué paréis de insultaros os digo que estamos en una iglesia, coño! tú, te vas para allá. y tú, para el otro lado". es que..."ni es que ni pepinos en vinagre. tú para allí y tú para allá. ahora".
os recuerdo...son las 9.30 de la mañana y todavía no hemos empezado a rodar.
luego te pones a hablar con ellos...por separado. ellos no tienen la culpa. la culpa la tiene el otro. y a todo esto el equipo entero preguntando que qué les pasa, que si se han liado, que si se van a matar. "ni lo sé ni me importa".
y el resto del día? pues encargada de que los púgiles no se acerquen el uno al otro. porque, para más inri, los dos actores tienen que hacer que están enamorados en la peli.
y esto nada más empezar, de desayuno con el croissant...qué atragante, leñe!
tengo más historias. pero las dejo para otro momento. probablemente podría hacer otro blog aparte contando sólo este día.
to be continued...
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