queridos y queridas, mi cuerpo me grita, me vocifera, patalea y me manda señales más que evidentes. pero yo me hago la loca. miro para otro lado y tarareo una canción para despistarlo...no funciona. pero yo no me doy por vencida. es una lucha de titanes, una batalla encarnizada, un duelo.
después de cinco meses sin parar y esta semana de rodaje en la que podemos incluir temperaturas bajo cero, nieve, lluvia constante y jornadas de doce horas, mi cuerpo pide venganza. con razón.
llevo afónica un mes, tengo mil moratones, contracturas en la espalda del tamaño de un puño y, la última incorporación a la galería, la comisura de la boca llena de llagas por estrés...
de pena. soy como una piltrafilla de persona.
apesar de los nervios, las faltas de hora de sueño, el cansancio, el agotamiento supino, las ganas que tengo de asesinar al de sonido (sí, siempre hay alguno, no falla)...estoy disfrutando este rodaje como una pitufa, me estoy riendo, estoy aprendiendo y, lo más importante, el director es cojonudo. me da igual que me diga que quiere un plano secuencia cámara en mano y con los actores yendo de un lado para otro...si él lo quiere, lo tiene.
así sí. aunque me cueste la salud.
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